¿Qué son los sulfatos?

El sulfato es una sal que se forma cuando el ácido sulfúrico reacciona con otra sustancia química. Es un término más amplio para otras sustancias químicas sintéticas a base de sulfatos que pueden preocuparte, como el lauril sulfato sódico (SLS) y el lauril sulfato sódico (SLES). Estos compuestos se producen a partir del petróleo y de fuentes vegetales como el aceite de coco y de palma. Los encontrará sobre todo en los productos de limpieza y cuidado personal.

El principal uso de SLS y SLES en los productos es crear espuma, dando una mayor impresión de poder de limpieza. Aunque los sulfatos no son «malos» para la salud, existe una gran controversia en torno a este ingrediente tan común.

Sigue leyendo para conocer los hechos y decidir si debes o no optar por los productos sin sulfatos.

Los sulfatos derivados del petróleo suelen ser controvertidos debido a su origen. La mayor preocupación son los efectos secundarios a largo plazo de la producción de sulfatos. Los productos derivados del petróleo se asocian con el cambio climático, la contaminación y los gases de efecto invernadero. Los sulfatos también pueden encontrarse en algunos productos vegetales.

Preocupación por los sulfatos

  • Salud: El SLS y el SLES pueden irritar los ojos, la piel y los pulmones, especialmente con un uso prolongado. El SLES también puede estar contaminado con una sustancia llamada 1,4-dioxano, que se sabe que provoca cáncer en animales de laboratorio. Esta contaminación se produce durante el proceso de fabricación.
  • Medio ambiente: El aceite de palma es controvertido debido a la destrucción de selvas tropicales para plantar palmeras. Los productos con sulfatos que se tiran por el desagüe también pueden ser tóxicos para los animales acuáticos. Muchas personas y fabricantes optan por alternativas más respetuosas con el medio ambiente.
  • Pruebas en animales: Muchos productos con sulfatos se prueban en animales para medir el nivel de irritación de la piel, los pulmones y los ojos de las personas. Por este motivo, muchos se oponen a utilizar productos de consumo que contengan SLS y SLES.

Los ingredientes SLS y SLES se encuentran con mayor frecuencia en productos personales y de limpieza como:

  • jabón líquido
  • champús
  • detergentes para ropa
  • detergentes para vajilla
  • pasta de dientes
  • bombas de baño

La cantidad de SLS y SLES en un producto depende del fabricante. Puede oscilar entre pequeñas cantidades hasta casi el 50 del producto.

Algunos sulfatos se producen de forma natural y se encuentran en el agua. Junto con otras sales y minerales, ayudan a mejorar el sabor del agua potable. Otros se encuentran en fertilizantes, fungicidas y pesticidas.

Más información sobre SLS «

No existen pruebas directas que relacionen el SLS y el SLES con el cáncer, la infertilidad o los problemas de desarrollo. Estas sustancias químicas pueden acumularse lentamente en el organismo con el uso prolongado, pero las cantidades son pequeñas.

El mayor riesgo de utilizar productos con SLS y SLES es la irritación de los ojos, la piel, la boca y los pulmones. Para las personas con piel sensible, los sulfatos también pueden obstruir los poros y causar acné.

Muchos productos tienen una menor concentración de SLS o SLES en su formulación. Pero cuanto más tiempo permanezcan los productos en contacto con la piel o los ojos, mayor será el riesgo de irritación. Aclarar el producto inmediatamente después de usarlo reduce el riesgo de irritación.

Producto Concentración media de SLS
limpiador de la piel 1 por ciento
lubricante para comprimidos y cápsulas solubles 0,5 a 2 por ciento
pasta de dientes 1 a 2 por ciento
champús 10 a 25 por ciento

La concentración de SLS en los productos de limpieza puede ser mayor. Como ocurre con muchos productos de limpieza, sin SLS o no, la exposición prolongada y el contacto de la piel con concentraciones elevadas pueden causar irritación. Recuerde mantener las ventanas abiertas o disponer de una fuente de ventilación para evitar la irritación pulmonar.

La elección de productos sin sulfatos depende de lo que te preocupe. Si te preocupa la irritación de la piel y sabes que los productos con sulfatos son la causa, puedes buscar productos que no contengan sulfatos o que no incluyan SLS o SLES entre sus ingredientes. La forma en que el sulfato afecta a tu piel también puede depender de la marca y el fabricante. No todas las fuentes son iguales.

Entre las alternativas naturales se incluyen las siguientes:

Para la limpieza de la piel y el cabello: Opta por jabones y champús sólidos y a base de aceite en lugar de líquidos. Algunos productos a tener en cuenta son Jabón negro africano y aceites de limpieza corporal. La espuma y la espuma no son cruciales para limpiar la piel o el cabello: los productos sin sulfatos también pueden hacer el trabajo.

Para productos de limpieza: Puedes elaborar productos de limpieza con vinagre blanco diluido. Si el vinagre te resulta desagradable, prueba con zumo de limón. Mientras puedas ventilar tu espacio mientras limpias, no debería haber irritación.

Si te preocupa el medio ambiente y la experimentación con animales, debes saber que no hay forma de evitar el uso de petróleo en la producción de SLES. Los productos que dicen que no contienen sulfatos no necesariamente contienen petróleo. Incluso los SLS de origen vegetal pueden no ser éticos. Busque productos certificados de comercio justo o comercio ético.

Los sulfatos han desarrollado una mala reputación a lo largo de los años debido a su proceso de producción y al mito de que son cancerígenos. El mayor efecto secundario que pueden tener los sulfatos es la irritación que causan en los ojos, la piel o el cuero cabelludo. Pruebe a prescindir de los sulfatos durante una semana para ver si nota alguna diferencia. Esto puede ayudar a eliminar el sulfato como causa de su irritación.

Al fin y al cabo, los sulfatos no son vitales para tus productos de cuidado personal o de limpieza. Si te conviene, prueba a utilizar productos sin sulfatos.

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